Por Daniel Doffiny

Memorias de una superviviente es una novela en la que una señora de mediana edad es tácitamente obligada a hacerse responsable de una niña llamada Emily, quien está a punto de entrar en la adolescencia. La señora, de quien no se sabe ningún dato concreto —ni siquiera el nombre— es la narradora (en primera persona) y protagonista. No se sabe cuál es el contexto de la sociedad en que viven, pero lo cierto es que están en una ciudad que forma parte de una sociedad en franco proceso de descomposición. El tiempo durante el que se desarrollan los hechos es de 2 ó 3 años, aunque son muy vagas las referencias a éste. Se relata cómo en ese breve período van pasando “tribus” (grupos nómadas errantes que están volviendo a la vida primitiva) por la ciudad, y luego cómo de la propia ciudad van surgiendo tribus que se marchan también debido a la imposibilidad de seguir viviendo en la ciudad. La ciudad es un caos, los servicios públicos van suprimiéndose poco a poco, el Estado prácticamente no tiene presencia, y todo se va degenerando. La propia Emily, ya entrada en la adolescencia, va a conocer las tribus por dentro, pero va a optar por quedarse en la ciudad liderizando una tribu de niños con Gerald, un muchacho un poco mayor que ella, de quien es amante. La novela termina cuando el colapso social es total: la ciudad queda vacía, y niños de 4, 5 y 6 años (los mismos de la tribu de Emily y Gerald) son capaces de cometer asesinatos a adultos.

Explícitamente, esta obra no expone cómo solucionar el problema de la decadencia de la sociedad en cuestión ni cuáles son las causas que conllevaron a tal desastre. Pero sí muestra detalles de lo que ocurre y arroja pistas para saber por qué ha ocurrido. El meollo de la novela no está en los hechos, sino en preguntarse si acaso sería posible que tal desastre pudiera ocurrirle, en el mundo real, a la humanidad o a parte de ella. Hay un llamado a la reflexión. Si es atendido pueden captarse las claves que aporta Doris Lessing en el sentido de la hipotética pregunta planteada. Considero que lo que busca la autora es despertar la conciencia del lector para darnos cuenta de que, efectivamente, hay en nuestro mundo signos que apuntan hacia la decadencia. Ahora bien, personalmente no interpreto que el mensaje sea de pesimismo simplemente. Más bien parto del hecho de que producir una obra de cualquier tipo —en este caso literaria— quiere decir que hay esperanza y que quiere transmitirse esa esperanza. En este sentido, lo provechoso está en captar e interpretar qué conductas, hechos o tendencias que pudieran desmejorar la convivencia social están —o pudieran estar— presentes en nuestras sociedades. Son esos aspectos los que pueden frenar la prosperidad de una sociedad, o, si no son controlados y/o extirpados a tiempo, deteriorar una sociedad. El mensaje es, pues, de alerta.

Puede saberse qué atenta contra una sociedad si se sabe qué atenta contra la convivencia social. La convivencia social es el tejido interno de la sociedad. Mientras mayor y mejor sea este tejido, mejor será la sociedad, y viceversa. En tal sentido, y según mi criterio, las claves que se descubren en Memorias de una superviviente y que son la semilla de una eventual decadencia de una sociedad determinada son, por ejemplo: el descuido, falta de orientación, irrespeto y abuso hacia los niños, quienes son el futuro de la sociedad; la discriminación de cualquier tipo, desde la típica del hombre hacia la mujer, pasando por la del acomodado hacia el necesitado, hasta la del género humano en general hacia los animales; así como la ineficiencia de determinadas instituciones, como el estado, por ejemplo, para mantener un estado de gobernabilidad justo, que no sea excesivo (represión) ni insuficiente (ausencia de autoridad, que es el caso en esta novela de Lessing).

Quizá el mensaje final de Doris Lessing en esta obra es el de recordarnos que la realización del hombre pasa primero por que la sociedad sea saludable, y creo que ese estado saludable de la sociedad depende sensiblemente del nivel de convivencia que pueda lograrse entre las personas que la conforman.

Memorias de un superviviente

Posteado por: yvohe | enero 11, 2010

…Sobre elementos autobiográficos en Doris Lessing

Por Daniel Doffiny

Aprovecho para divulgar un artículo que fue publicado en el diario El Universal el 16 de febrero de 2002. Se trata de una publicación de la psicoanalista Laura Arias en la que ésta hace un recorrido por la biografía que Doris Lessing a partir del segundo libro autobiográfico de la autora: Un paseo por la sombra. Cabe acotarse que entonces Lessing todavía no había recibido el Premio Nobel de Literatura (le fue otorgado en 2007).

Pero antes de presentar el artículo de Laura Arias preferiría exponer unos detalles que se evidencian por haber leído tanto este artículo como la novela Memorias de una superviviente. Esta novela presenta elementos autobiográficos que no mencioné en el artículo sobre la misma, puesto que este aspecto no era propósito del referido artículo. Hay muchos elementos de la etapa de la vida que Doris Lessing vivió en Rhodesia del Sur que están presentes en Memorias de una superviviente: “el deseo de buscarse otra vida, una vida donde le sea permitido desear”, según dice Arias. Esto se ve en las tribus que abandonan la ciudad. La abandonan para buscarse otra vida, una en la cual pudieran desear, es decir, tener sueños. He allí lo autobiográfico, ese anhelo por otra vida, por una mejor vida. ¿Y ello por qué? Por las carencias que vivió Lessing en su infancia y juventud, en la selva africana de Rhodesia. Además, quienes componen las tribus que anhelan ese deseo de irse son en su mayoría jóvenes y niños. Ese es otro elemento autobiográfico.

He aquí el artículo que fue publicado en El Universal:

«UN PASEO POR LA SOMBRA» DE DORIS LESSING

Autobiografía hecha escritura

Laura Arias recorre las páginas del segundo libro autobiográfico de Doris Lessing (Irán, 1919), Un paseo por la sombra, para seguir «un caminar que comienza en el año de 1949 en un depauperado Londres de posguerra. Un transcurrir de la memoria que va dibujando los cambios de Londres; los viajes de la escritora: España, la Unión Soviética; las vicisitudes del proyecto comunista». En este texto la narradora británica (Premio Príncipe de Asturias 2001) reconstruye su propia historia, sí, pero tal como la ha imaginado.

Doris Lessing, autora conocida inicialmente, sobre todo, por su pentalogía de Hijos de la violencia, o por obras monumentales y de cariz autobiográfico como El cuaderno dorado (1962), se mantendrá siempre como una autora versátil, imaginativa y curiosa en cuanto a la elección de temas y estilo, desde el tratamiento de la vejez y la madurez en Diario de una buena vecina y Si la vejez pudiera.

El primer tomo de su autobiografía Dentro de mí es interrumpido en el instante en que el recuerdo habló del deseo cumplido de esta «colonizada británica» de volver a esa tierra de promesas llamada Inglaterra. Tenía treinta años, era optimista y llevaba consigo a su hijo de corta edad, ciento cincuenta libras en el bolsillo y el manuscrito de su primera novela Canta la hierba, publicado en 1950. Atrás en Rhodesia del Sur (hoy Zimbabwe) quedaban una infancia y una juventud que fue relatada en Dentro de mí. La selva fue el escenario de su infancia y adolescencia donde su familia poseía una granja de «dimensiones africanas». Y la selva con todas sus adjetivaciones posibles será el escenario de una vida que transcurre entre dificultades, hostilidades, fragilidades parentales, carencias que no hacen sino incrementar el deseo de buscarse otra vida, una vida donde le sea permitido desear. Y este segundo volumen es el relato de Doris Lessing ya madura, a los treinta años instalada en Londres. Retoma la escritura en Un paseo por la sombra (Editorial Destino: Barcelona, 1988. 527 páginas): un caminar que comienza en el año de 1949 en un depauperado Londres de posguerra. Un transcurrir de la memoria que va dibujando los cambios de Londres; los viajes de la escritora: España, la Unión Soviética; las vicisitudes del proyecto comunista. Cómo se veía ella y el partido, la historia de su rechazo a la revolución socialista y al amor romántico; quiénes fueron sus amigos y la génesis de algunos de sus libros.

Un paseo por la sombra es nuevamente un ejercicio de escritura. Y esta autobiografía constituye la escritura de la interpretación poética de un yo sobre sí mismo y sobre la realidad que él habita. Y aquí la novedad no hace sino conjugar las voces de ese yo de la memoria con el ritmo de la ciudad, la literatura, el teatro, la política. Una ventana se abre entonces para que esas otras voces -escenario de esta historia- se dejen oír. Autobiografía que aporta a la autora la ilusión de continuidad, una coherencia que la preserva del caos, del recuerdo azaroso, fijándola en una imagen ordenadamente descrita. Una manera de rehacer su vida, para renacer y construirla de su propia mano y del modo que la ha imaginado. Pero principalmente es el ejercicio de quien se atreve a tomar distancia y ejercer una postura crítica sobre su vida. Como si de un personaje de Clarice Lispector se tratara va exponiendo con el auxilio de la memoria sus fragilidades, sus errores, su tenacidad, el disponerse a correr riesgos. A decir, a pensar, a hacer. Un espíritu de acogida hacia «los colonizados» que como ella hacían de Londres la tierra de promesas. Un macizo de emociones conforman el paisaje. Y si Londres es el telón de fondo en Un paseo por la sombra, una vez más es la literatura la que mejor enuncia y describe la Historia, la política y la naturaleza humana, la que «sabe», siguiendo a Caetano Veloso, dónde poner el deseo: «a gente nunca sabe onde colocar o desejo». Está ahí presente toda la épica de una época. En esta autobiografía hecha escritura, la autora se ve a sí misma y a los otros. Una singularidad presente consciente de que la mirada y las palabras marcan de maneras diferentes. Los que con ella vivieron esa época, lo están viendo y recordando de otro modo, en política y en sensaciones: «La vejez comporta una serie de riesgos y peligros, pero el que yo considero peor apenas recibe ningún comentario. Se trata de lo que ocurre cuando un viejo se enfrenta a un simulacro de su propia juventud, a una sombra burlona, a un eco de oportunidades desperdiciadas y abandona su independencia moral por completo».

Sopla el viento de la memoria. Pensamiento y movimiento posibilitaron su libertad. Y esto es algo que Doris Lessing sabe muy bien. Ser consciente de la consciencia. En su obra y en su vida se recoge el reflejo de un nuevo comienzo, comenzar de nuevo, única manera de hacerse con una vida y sus riesgos que la autora se dispuso asumir. Este es su aprendizaje, la libertad de «un nuevo comienzo». «Escribiendo estas memorias he aprendido mucho acerca de los pequeños trucos de la memoria, sobre todo en su manera de simplificar, ordenar y hacer contrastar nítidamente la luz y las sombras».

Contar la historia hasta la década de los sesenta ha sido su voluntad. Un paseo por la sombra es como ese espejo que nos devuelve nuestra imagen y donde podemos ejercitarnos en ese ejercicio de convivencia con la falta, con lo que no somos, con lo que es imposible poseer, llevados a esa apertura hacia el otro, hacia lo colectivo pese a los errores, los tropiezos -por humanos. La siempre enriquecedora aproximación a la historia, la transformación del paisaje urbano y de sus habitantes que aquí se nos ofrece, y también, eso sí, ese espejo de «un nuevo comienzo» para todos posible. Esperemos que otro ímpetu la lleve a escribir su andadura hasta esta nuestra década que también es suya.

Laura Arias. Psicoanalista

Posteado por: yvohe | enero 11, 2010

El amor: esencia oculta en las novelas de Doris Lessing

Por Francisco Rodríguez

El sentimiento es protagonista en De nuevo, el amor.

La escritora británica utiliza este sentimiento para asomar a través de un personaje, su experiencia en el amor.

Según el portal web http://www.wikipedia.org, “el amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico)”. Asimismo, algunas personas afirman que el amor es “el estado más bobo del ser humano”, otras lo califican como sinónimo de confianza, lealtad, paciencia y felicidad.

En efecto, este sentimiento es visto de infinitas maneras por todos los seres humanos. Cada quien da un significado distinto a ello, algunas veces positivos y otros negativos, según como haya sido la presencia de éste en sus vidas.

La realidad es que indudablemente el amor está presente en cada una de nuestras vidas, y por más tarde que llegue, éste logra que nuestros corazones sientan algo distinto, que nuestras emociones se comporten de una manera peculiar. El amor puede llegar a producir cambios definitivos en la vida de cualquier humano.

Precisamente esto provocó que la escritora británica Doris Lessing haya pasado gran parte de su vida plasmando este sentimiento en sus libros, criticándolo, analizándolo y estudiándolo a través de lo que para ella ha significado en su pasaje por el mundo.

Doris Lessing logra sembrar en su libro De nuevo, el amor, escrito en 1996, el amor visto en gran parte desde su óptica. A través de ideas que deja para que uno las infiera y de historias amorosas, Lessing hace que este texto se torne interesante a medida en que el lector avanza en el contenido.

Sarah Durham es la protagonista en De nuevo, el amor. Durham se enamora de un actor y luego de un director teatral, lo que producirá que ésta revise su historia amorosa, recordando sus amores desde la infancia.

Durham trabaja dentro de un grupo de directores teatrales que montan una obra de una importante mujer literata llamada Julie Vairon que causó impacto en Francia. Asimismo, ésta es madre de dos hijos y viuda desde hace algún tiempo. Durante la historia Sarah tiene 65 años.

Por otro lado, se puede detallar con facilidad, según mi criterio, la manera en como Doris Lessing se ve reflejada completamente en esta obra. Gracias a su frustración frente al desengaño en algunas aventuras amorosas, ésta se refleja en la personalidad y forma de ser de Sarah Durham con respecto a su percepción del amor en su vida.

Indudablemente De nuevo, el amor representa un excelente análisis del amor y una “brillante anatomía del corazón” creada por una de las mejores escritoras inglesas del siglo XX. Asimismo, sería casi un pecado no leer por lo menos una novela de esta brillante escritora.

Posteado por: yvohe | enero 11, 2010

Lessing: “El talento es algo bastante corriente”

Por Francisco Rodríguez

La ganadora del Premio Nobel continuará escribiendo.

A través de una entrevista imaginaria, la escritora relató algunas de sus impresiones en un corto lapso de tiempo.

Durante un torrente aguacero y con un sweater de lana azul marino, se acercó una señora con un paraguas un poco dañado por los años, al igual que el rostro de esta dama que reflejaba sus hazañas, victorias y frustraciones tras las arrugas que demostraban lo indetenible del tiempo. Parecía ser una abuela común como cualquier otra, sin embargo al levantar la mirada se conoció su identidad. Estábamos frente a la presencia de la ganadora del Premio Nobel de Literatura en el 2007, Doris Lessing, quién demoró poco más de una hora en llegar al tan esperado encuentro.

Lucía cansada y un poco molesta pues la lluvia le había provocado algunos retrasos en su agenda, que a pesar de sus 90 años, sigue siendo muy compleja. Asimismo, demostraba tener mucha prisa, por lo que sólo dio respuesta a dos preguntas de manera breve. “Disculpa, pero no tengo mucho tiempo para esto, así que por favor hagámoslo rápido”, sentenció.

La escritora británica explicó que no se sintió asombrada al momento de conocer que era ganadora del Premio Nobel de Literatura en el 2007 y señaló que “el talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia” y esto es algo que sin duda ha formado parte de esta novelista desde temprana edad cuando decidió emprender el camino de la literatura en 1950.

Por otro lado, esta letrada expresó la relación de su vida con la novela que en 1996 escribió, De nuevo, el amor. Con frases cortas que demostraban decepciones explicó que sin intención aparente plasmó en este libro parte de lo que fue su vida amorosa.

Ya cuando la lluvia empezó a amainar decidió levantarse de manera rápida, estrechó su mano con una sonrisa en el rostro y se alejó del café donde se encontraba, para de esta manera continuar ampliando de una u otra forma la literatura británica.

Posteado por: yvohe | enero 10, 2010

MARA: UNA LECCIÓN DE VIDA

Por Andrea C. Viale B.

El pensamiento de la protagonista Mara, en el libro Mara y Dann (1999) es el motor de la historia y es la idea que nos deja Doris Lessing para reflexionar.

Mara, es un personaje con una curiosidad insaciable y unas ganas tremendas de conseguir las respuestas a sus preguntas, sólo se le puede comparar con un científico de la actualidad, ya que se preocupa por obtener los conocimientos que había recolectado su civilización sobre las tecnologías y avances superiores de la civilización pasada. Además, poseía capacidad de analizar la psicología de la conducta de las demás personas. Por otra parte, era una muchacha dulce y entregada a cuidar de su hermano Dann; que también, poseía una intuición e inteligencia para descubrir las intenciones de las personas. Sin embargo, tiene una muy poca confianza en sí misma porque no siente quién es realmente. Causado por el momento en que la salvan de ser asesinada, al obligarla a olvidar su nombre, nunca decir cómo era ella. Aunque en el momento que supo que su nombre era Shahana, no sintió que mágicamente su identidad era revelada, sino por el contrario, se sintió que siempre había sido Mara, y que todo lo que sabía de ella era porque lo había vivido y nadie se lo había impuesto u ocultado. Ésta es una lección para todas las personas que esperan que alguien les defina su vida: uno mismo construye lo que es.

Posteado por: yvohe | enero 10, 2010

CRÍTICA A TRAVÉS DE UN VIAJE

Por Andrea C. Viale B.

Imaginando las amplias descripciones del libro de ciencia ficción de Doris Lessing, Mara y Dann (1999), el lector percibe, principalmente, la crítica a la sociedad actual emitida durante el viaje de migración de los hermanos Mara y Dann, quienes pertenecen a una civilización menos avanzada de miles de años en el futuro con problemas para sobrevivir debido al clima, en la zona actual de África llamada por ellos Ífrik. También se encuentran temas tabúes, expresados de una manera natural, sin preámbulos e inclusive, hasta cruel. Por otra parte, con la historia y las circunstancias que tienen que soportar las civilizaciones del relato, la autora nos muestra una predicción de lo que ella podría creer que suceda en un futuro próximo si seguimos dañando el ambiente como lo venimos haciendo en la actualidad.

La crítica abierta a nuestra sociedad está reflejada en los aparatos tecnológicos, que demostraban el alto grado de avance científico y tecnológico, lo cual nos llevó a la extinción inclusive “antes de la Glaciación”, debido al comportamiento bélico y destructivo que se tenía entre los individuos, hacia los animales y hacia el ambiente mismo que dio como resultado el adelanto del ciclo de glaciaciones que tiene el planeta a través del tiempo. Por otra parte, critica a la misma naturaleza del ser humano, donde su comportamiento bélico siempre ha permanecido sin importar en cuál civilización se encuentre ni cuáles sean las condiciones en que nos encontremos. Comportamiento influenciado por la política, que es tan vieja como las civilizaciones mismas. La autora critica la autocracia, el esclavismo, las guerras entre pueblos, la diferencia entre ricos y pobres: que mediante esta perspectiva futurista nos da a entender que estos males vienen junto a la naturaleza misma de ser humanos.

Por otra parte, los temas tabúes se encuentran por una parte justificados y por otra son criticados:

El racismo: en Ífrik se encontraban distintas razas de seres pensantes homólogas a seres humanos, sin embargo, algunas eran más parecidas a animales debido a su igualdad física entre ello o a su falta de inteligencia lógica o sino a su asqueroso y deforme aspecto físico que poseían, con lo cual se tendía a la discriminación por parte de los seres más homólogos a las personas.

El sexo: era meramente reproductivo, inclusive se permitían matrimonios abiertos con la única meta de preservar la especie, sin necesidad de ser juzgados, aunque en este mundo, también existían burdeles, que eran visitados por los corruptos de los gobiernos.

La violación: era una manera de obtener placer o descendientes con lo cual las mujeres siempre debían estar acompañadas o ir con cautela porque eran blanco fácil para los hombres. Por otra parte, también existía la violación de hombres por puro placer. Sin embargo, la autora no muestra la misma magnitud de daño psicológico comparado con nuestra sociedad.

El incesto: la autora en este punto coloca al lector en una encrucijada, ya que justifica desde el punto de vista romántico, la atracción que ambos hermanos sienten debido al tiempo que estuvieron separados, que luego agregaron la mutua dependencia, preocupación e inclusive las mismas experiencias, condujeron a que los hermanos sintieran una pasión y un amor que no habían sentido con nadie más y que les estaba prohibido por la sociedad. Por una parte, son inducidos a ello de una avariciosa y meticulosa manera de gobernar Ífrik y por otra, la justificación de que la naturaleza les impide procrear sin enfermedades y la sociedad reprobaría su conducta.

Finalmente, en esta historia épica, fantástica y emocionante de dos personajes jóvenes alrededor de los veinte años, que tienen que madurar, atreverse y luchar para superar obstáculos y poder llegar a su meta. Doris Lessing, logra unir a los lectores con lo relatado y dejar al mismo tiempo, los temas que se critican ampliamente. Sobre todo, el hecho de emprender esta aventura, dentro de un futuro próximo, sea una realidad para poder sobrevivir en este planeta.

Por Yvohé Cammarata

Tanto El Quinto Hijo como Ben en el Mundo se podrían ver, a pesar de ser uno continuación de otra, como dos historias, contadas desde dos perspectivas con diferentes formas de ver el mundo y entender la situación: En El Quinto Hijo, desde la perspectiva de Harriet.

Harriet nos muestra básicamente cómo ve a su familia distanciarse por el nacimiento de su hijo Ben. Cumple un papel importante ya que ella vive un dilema entre amar u odiar a su propio hijo. Amarlo porque es sangre de su sangre y nació de sus entrañas pero a pesar de que toda madre ve a su hijo con ojos de amor ella le guardaba cierto recelo por destruir la paz y armonía de su familia.

En Ben en el Mundo se puede ver más la historia desde la perspectiva de Ben. Siguiendo la historia construida en El Quinto Hijo, Ben ve al mundo como algo diferente a él. Esa diferencia quizás la ha hecho la remarcada diferencia que se le hizo desde pequeño. Más allá de verlo como un niño, joven y adulto con instintos destructivos y violentos, por qué no ver, analizar y tratar de comprender su mundo, su vida y sobre todo sus sentimientos. Es un ser humano que nació de ese modo y con esas características físicas producto de algún suceso, influencias durante el embarazo o, para hacerlo más científico, por algún gen diferente en su ADN.

Ben tiene una lucha interna entre cómo es y cómo debería ser. Cuando era pequeño imitaba el comportamiento de sus hermanos pero a medida que va creciendo sus experiencias van cambiando y no sabe cómo actuar. En Ben en el Mundo, Ben reflexiona sobre lo diferente que es a medida que se va relacionando con el mundo, hasta llegar al punto del suicidio.

Sin duda alguna, Doris nos presenta unos personajes con características psicológicas muy profundas. Son libros que nos llevan a reflexionar el papel tan difícil que tiene la mujer en la sociedad, al representar diferentes roles: madre, hija, esposa, hermana, etc. Además, nos deja claro que cuando se tiene un problema de esa magnitud las instituciones sociales muchas veces dan la espalda. Estos libros representan una crítica reduccionista de la sociedad contemporánea.

Posteado por: yvohe | enero 9, 2010

Análisis de El Quinto Hijo de Doris Lessing

Por Yvohé Cammarata

La escritura de Doris en este libro es absolutamente naturalista. Presenta las cosas, situaciones, objetos y personas tal cual como son; totalmente la realidad del momento. Utiliza un lenguaje muy fluido y directo; no acude a imágenes ni metáforas para presentar sentimientos y emociones ya que la historia en sí misma muestra al lector la tragedia que vive la familia Lovatt por la llegada de Ben.

Se podría decir que al principio la historia raya en lo aburrido y monótono al pasar varias páginas leyendo la felicidad que vive una familia “perfecta” como la de Harriet y David. Es una especie de empalague que se siente al leer tan exagerada alegría. Sin embargo, fue un recurso, que en mi opinión, estuvo estratégicamente bien utilizado debido a que luego ocurre un fortísimo contraste entre aquella felicidad antes de concebir a Ben y la desestabilización de la familia por los conflictos que el nacimiento de éste implicó.

Doris se ha inspirado en la mayoría de sus obras en su experiencia africana y sobre todo se enfoca en temas culturales. En El Quinto Hijo se ve claramente la desigualdad social y racial, quizás no con negros, pero sí con seres diferentes al resto de la población (Ben). Muy importante en este libro es el tema de la contradicción de la consciencia individual, cosa que se evidencia claramente en Harriet.

Por otra parte, esta escritora feminista, nos da a conocer la discriminación de la mujer desde un punto de vista diferente: toda la culpa de lo ocurrido en la familia Lovatt es suya. También habría que mencionar que Doris quiso reflejar en este libro la maternidad que nunca tuvo con sus hijos; de ahí que esta obra, como todas, tienen carácter autobiográfico.

Entrando ahora en un análisis de la pieza según los códigos de la tragedia el nacimiento de Ben es el hecho trágico global. Desde el nacimiento de Ben se rompe la armonía de la familia Lovatt, comienza a existir un individuo que perturba a Harriet y al resto de la familia. Es a partir de ahí cuando los padres, David y Harriet, empiezan a tener problemas, la familia se distancia al igual que sus propios hijos: Paul, Jane, Helen y Luke. Todo esto por el extraño comportamiento que tenía Ben, incluso, desde que estaba el vientre.

Como máscaras, se pueden identificar varias desde el punto de vista que se vea: en El Quinto Hijo claramente se puede ver como David se refugia en su trabajo como medio de evasión del problema que resulta Ben para toda la familia. Harriet, en cambio, se refugia en el cuidado de su hijo Ben y trata de hacer como si no está pasando nada en su familia.

En cuanto a la conciencia colectiva versus la conciencia individual en El Quinto Hijo, se puede definir como la presión que ejerce la familia de Harriet y David con respecto a la actitud de Ben; Ben destruyó la familia y toda la culpa se la atribuían a Harriet por traer al mundo a Ben. Harriet en vista de esta alta presión, lidiaba continuamente por asumir su rol de madre y querer a Ben, cuidarlo, pero estaba en ella un conflicto interno entre amor y odio, no sabía qué hacer. Con esto se evidencia la conciencia individual de Harriet que batalla con la conciencia colectiva.

Posteado por: yvohe | enero 7, 2010

Comentario sobre temas presentes en El Cuaderno Dorado

Por Vanessa Cid Gutiérrez

El Cuaderno Dorado tiene como elemento emblemático la lucha de las mujeres con los conflictos de trabajo, sexo, amor, maternidad y política de la época donde se desarrolla; es decir, el papel de la mujer bajo la discriminación de sexo en la sociedad, lo difícil que resulta para una mujer posicionarse como ser humano libre y capaz de asumir los roles que cumplen los hombres. Por lo que este libro es considerado una crítica social, donde se busca la igualdad y la emancipación total de las subordinaciones psicológicas y sociales de la feminidad, colocando a Anna Wulf como una mujer liberada a través de su completa formación intelectiva, su compromiso maduro ante la vida y su verdadera toma de conciencia de género.

Posteado por: yvohe | enero 7, 2010

Artículo sobre «El Cuaderno Dorado»

Por Vanessa Cid Gutiérrez

Doris Lessing en el año 1962 publicó su novela más acreditada, “El Cuaderno Dorado”, la cual etiqueta a la autora por las reivindicaciones feministas inmersas en el libro. Sin embargo, esta obra presenta otros temas con gran contenido social de la época en la que se desarrolla como lo son el estalinismo, la guerra fría y la amenaza de una conflagración nuclear.

El Cuaderno Dorado es la historia de la escritora Anna Wulf. Ella para mantener el registro de su vida escribe cuatro cuadernos, en los cuales cada uno de ellos refleja una etapa de su vida. Bien podría decirse que Doris Lessing al escribir la historia de Anna Wulf escribía su propia historia; comenzando por el primer cuaderno, que es de color negro donde Anna se encontraba en África Central, antes y durante la Segunda Guerra Mundial (se evidencia la relación con la vida de la autora por cómo se habla de la discriminación racial, justamente de la África negra, donde ella vivió)

Luego viene el cuaderno de color rojo, en el que revela su experiencia como miembro del Partido Comunista (contiene las vicisitudes políticas y el desencanto de la experiencia comunista de Lessing). El cuaderno de color azul, es un diario personal de Anna donde guarda sus recuerdos más preciados, lo más significativo de su vida emocional y su experiencia en las sesiones clínicas con su psicoanalista. Finalmente, el de color amarillo, es una novela que apenas está siendo escrita, basada en el final de la dolorosa historia de amor de Anna. Una vez terminados los cuadernos surge “El Cuaderno Dorado” es donde vincula todos los cuadernos; es decir, la recopilación de toda su vida.

Al analizar este libro se puede apreciar que es de carácter autobiográfico, porque al dividirlo en partes se observan momentos y experiencias del autor, en este caso autora, Doris Lessing.

En cuanto a la estructura literaria, es un poco compleja. La obra está escrita sin orden cronológico; esto se evidencia después del realista capítulo inicial, llamado «Mujer Libre», se superponen fragmentos de los cuatro cuadernos escritos por Anna Wulf (anteriormente descritos). Este estilo post-modernista, donde hay participación por parte de los personajes y los lectores, es una de las características más resaltantes del libro.

Por otro lado, con respecto al contenido social, se encuentra reflejado en el libro el feminismo, por la forma en que se redacta y se hace alusión a la figura del hombre como nulo, sin grandeza alguna.

En la obra hay un juego entre dos tipos de narración; uno omnisciente, que describe y explica todo lo que pasa desde afuera, en tercera persona en singular y tiempo pasado; y otro que se produce simultáneamente, que son los diálogos entre los personajes. En este caso, no solo hay presencia de diálogos entre diferentes personajes, también predomina el dialogo entre Anna y su conciencia (monólogos), donde se encuentran sus pensamientos y recuerdos.

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